Boy George: De “Karma Chameleon” a Broadway — El Renacimiento Artístico del Ícono del Pop Andrógino
El líder de Culture Club se reinventa como actor, pintor y dramaturgo, dejando atrás los altibajos del pasado y abrazando una nueva etapa creativa que lo consolida como figura multidisciplinar en la cultura pop
George Alan ODowd, mundialmente conocido como Boy George, nació en Kent, Inglaterra, el 14 de junio de 1961. Su ascenso a la fama fue meteórico en los años 80, cuando al frente de Culture Club revolucionó la escena musical con su estética andrógina, influencias glam y una voz que fusionaba pop, soul y reggae. Temas como “Do You Really Want to Hurt Me?” y “Karma Chameleon” se convirtieron en himnos generacionales, y la banda acumuló discos de oro y platino, conquistando los charts internacionales.
Tras la primera disolución del grupo en 1986, Boy George lanzó su carrera en solitario con el álbum Sold (1987), que incluía su versión de “Everything I Own”. Este trabajo demostró su versatilidad artística, capaz de navegar entre géneros como el new wave, el soul y el reggae. Sin embargo, los años siguientes estuvieron marcados por altibajos, reencuentros y rupturas con Culture Club, incluyendo disputas legales con el exbatería Jon Moss por cuestiones económicas.
Lejos de estancarse, Boy George exploró nuevos territorios creativos. Escribió su autobiografía y se lanzó al teatro con el musical Taboo, donde también actuó. En 2025, sorprendió con un nuevo álbum de estilo reggae, disponible solo en vinilo y CD, reivindicando el valor físico del arte musical. “Quiero recuperar el placer del álbum como objeto”, declaró el artista, que también diseñó la portada y el libreto.
Además, Boy George ha brillado como pintor. Su exposición más reciente incluye autorretratos y retratos de íconos como Bowie, Madonna y Prince, en una reflexión visual sobre la fama, la identidad y la cultura pop. Esta faceta lo consolida como un artista integral, capaz de dialogar con distintas disciplinas sin perder su esencia provocadora y emocional.
Hoy, cuatro décadas después de su explosión mediática, Boy George se afianza como actor de teatro en Broadway, demostrando que su talento no tiene fecha de caducidad. Su historia es la de un camaleón que no teme cambiar de piel, pero que nunca pierde su color.
