Chrissie Hynde, la groupie con alma de líder que se convirtió en estrella del rock and roll


A punto de cumplir los 73 años, sigue enamorada del rock and roll y su voz, tan especial y reconocible, sigue emocionando cada vez que se sube a un escenario

El primer amor de Chrissie Hynde (Akron, 1951) fue un amor a distancia. Nacida y criada en una pequeña ciudad de Ohio llamada Akron, Hynde fue una víctima de la British Invasion de los años 60 en la que grupos como The Beatles, The Rolling Stones, The Kinks, The Who o The Zombies aterrizaron en los Estados Unidos para poner de moda una nueva concepción más atrevida, experimental y desprejuiciada del rock and roll de la época. Cuentan que, a los doce años, en la escuela le pidieron redactar un poema basado en su palabra favorita y la escogida fue Inglaterra.

Aquella joven de Akron cayó rendida a los pies de los ingleses melenudos que triunfaban a uno y otro lado del Atlántico gracias su música, su imagen y su carisma. Mientras el resto de sus amigas estaban preocupadas por saber con quién irían al baile de prom, Hynde tenía su mente y sus sentimientos ocupados en ese mundo tan lejano y fantástico del rock and roll.

"Nunca fui a un baile, nunca tuve una cita, ni ninguna relación [...] Iba a Cleveland para ver a cualquier banda. Así que estaba casi siempre enamorada, pero la mayoría de las veces de chicos de grupos y a los que jamás conocí. Para mí, saber que Brian Jones o Iggy Pop habían estado allí, hizo que me costara interesarme en los chicos que estaban a mi alrededor. Tenía... cosas más importantes en mente", contó la cantante en una entrevista para la Rolling Stone de 1980.

Por eso, después de experimentar la vida hippie en una comuna de Toronto y un "erasmus" marcado por los excesos en Cholula, México, consiguió convencer a sus padres para que la mandaran a estudiar a Londres, aquella especie de tierra prometida de la que provenían la mayor parte de sus ídolos. Hynde llegó a la capital inglesa a principios de los 70, en plena ebullición contracultural, caldo de cultivo para la explosión del punk.

En Londres, aquella veinteañera se hizo un hueco en la escena underground escribiendo para la New Musical Express y trabajando para Vivienne Westwood en su tienda de Kings Road, SEX. Chrissie Hynde cambió el discurso de paz y amor de su adolescencia hippie, por el grito, la rabia y las medias rotas del protopunk inglés. Coqueteó con entrar a bandas como The Damned o The Clash, e incluso estuvo a punto de casarse con Sid Vicious de los Sex Pistols, para conseguir la nacionalidad británica. De hecho, inmersa en aquella primera escena punk, llegó a girar con The Clash, por intercesión de Mick Jones, experimentando por primera vez lo que era "ser uno de ellos".

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