Nadie puede con Michael Jackson


Su legado genera desde el más allá al menos 80 millones anuales, según Billboard

Cualquiera que se mueva corre el peligro de ser cancelado. Excepto si te llamas Michael Jackson y, a los quince años de la muerte, sigues siendo la mejor máquina de ganar dinero. Demasiado grande para caer.

Canciones que son himnos como Brown sugar de Rolling Stones o Take a walk on the wild side de Lou Reed no se escribirían hoy por nombrar o utilizar palabras ofensivas para los oídos de la corrección política.

Puestos a cancelar Mary Poppins , que algo habrá hecho, desde esta tribuna se propone cancelar Bambi , película de animación de Disney que, muchos antes de la existencia de las redes sociales, provocó a tantos niños caer en la depresión a la edad de la inocencia. Y lo vendían como “fantasía familiar”.
En fin, numerosos académicos o escritores han sido vetados. Cuantiosas celebridades (no pocas se lo ganaron a pulso por sus agresiones sexuales en el ejercicio del poder), han sido expulsados del ágora pública.

Todo es susceptible de cancelación, salvo el negocio. “Poderoso caballero es don Dinero”, que anticipó el gran Quevedo.

Los herederos de referentes literarios como Mark Twain o Tony Morris han visto perder lectores y ventas al ser censurados por su lenguaje.



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