Mad Cool: sacudiendo las nalgas con Lizzo y cantando abrazados con Robbie Williams


Dos caminos para llegar al mismo destino: la fiesta. En torno a 60.000 personas han asistido a la primera jornada del festival madrileño

Por caminos muy distintos, el destino fue el mismo: un fiestón. Lizzo y Robbie Williams han ofrecido este jueves dos grandes conciertos en la primera jornada del festival Mad Cool, que se celebra hasta el sábado y que ha congregado a algo más de 60.000 personas en Madrid.

LIZZO: "¿DÓNDE ESTÁN MIS PAPICHULOS?"

La cantante y rapera estadounidense convierte cada canción en una serpentina lanzada al aire. El estilo de Lizzo no es un estilo, es un trampolín sobre el que va dando saltos de alegría y sacudiendo las nalgas. En esencia es pop electrónico, pero suena como un magma alegre y lascivo entre el R&B y la música disco, entre el neosoul, el funk y el rap, que fue su devoción de juventud (el alias Lizzo es un homenaje a Jay-Z) y al que tuvo que renunciar para llegar al estrellato de masas.

ROBBIE WILLIAMS: "MY NAME IS ROBBIE FUCKING WILLIAMS"

Y siguió la fiesta un hombre sin igual, bravucón, payasete, pendenciero, macarra, algo pasado de rosca y dotado de una confianza que podría partir una montaña como un cacahuete.

"Déjame que te entretenga", repetía una y otra vez Robbie Williams ("My name is Robbie fucking Williams", se presentó, "¡Gritad!") en el estribillo de su canción Let Me Entertain You, casi al comienzo de su concierto. Él lo sabe, lo sabe quizá demasiado bien: es un entertainer como una casa. No es un artista diferencial que domine un montón de aspectos, pero es un especialista imbatible en llenar un escenario.



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