Jaime Urrutia: "El cha-cha-chá tuvo la culpa de la separación de Gabinete Caligari"


El final de la banda después de dieciocho años se produjo por un "desgaste" de la relación de sus miembros y también porque llegó otra generación de músicos que "empezó a empujar"

"La culpa fue del cha-cha-chá" fue uno de los grandes éxitos de Gabinete Caligari, pero, paradójicamente, también el culpable de la separación de la banda, admite su cantante, Jaime Urrutia. "Mis compañeros Edi y Ferni querían volver a nuestros orígenes, más siniestros, y hacer rock", desvela.

"Tuvo la culpa de la separación. Aquello fue meterse en lo que ellos llamaban folclorismo, en algo más popular, y ellos querían ser un grupo de rock. Es lo que me dijeron cuando nos separamos. Pensé que había llegado el momento de que cada uno siguiera su camino y es lo que hicimos", explica Urrutia en una entrevista con EFE.

El final de la banda después de dieciocho años se produjo por un "desgaste" de la relación de sus miembros y también porque llegó otra generación de músicos que "empezó a empujar". "Estaba claro que tampoco pretendíamos ser número uno todos los veranos", asegura el cantante, que este domingo ofrecerá un concierto en Málaga dentro del ciclo Atardeceres Larios.

Al preguntársele si sería factible un regreso de la banda, asegura que lo ve "imposible". "Cada uno siguió su historia, y de hecho leí unas declaraciones de Edi (Clavo) en las que dijo que no volvería. Yo nunca digo de este agua no beberé, pero en principio no estamos interesados en volver".

"Pasamos una de las épocas más bonitas de nuestra juventud, nos fue muy bien y no creo que haya mucho resquemor. En el fondo, yo les quiero, y creo que ellos me quieren".

La banda nació a principios de los 80, "en un momento en el que estaba empezando el rock en España y hubo una explosión también de la nueva ola en EEUU e Inglaterra. Salían muchos grupos, todo el mundo quería tocar, grabar un disco y ser importante, y lo intentamos. Al principio fue bastante duro, porque apenas sabíamos tocar en el escenario".

Sus primeras letras eran muy oscuras, porque les gustaban "grupos como Joy Division o The Cure, de la onda siniestra, que se llamaba en Inglaterra", mientras que de España les influyó la banda Parálisis Permanente de su amigo Eduardo Benavente.

"Empezamos con canciones muy siniestras, que tenían su público. Después fuimos más al rock torero, y hubo gente que nos criticó que hubiéramos dado ese giro".

Ese vuelco coincidió con la mili que Edi y Jaime hicieron en 1983, cuando descubrieron "la España más popular". "Se oía a Los Chunguitos y mucha rumba, eso te va influenciando, y además me gustaban mucho los toros e hicimos un par de canciones, una dedicada a Juan Belmonte y el disco Que Dios reparta suerte".

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