Bruce Springsteen vuelve a conquistar el Olímpic con otro concierto triunfal


Siguen en plena forma y así lo demostraron por segunda vez en tres días en Barcelona

En la noche del domingo, todos los astros se alinearon para que el segundo concierto de The Boss y sus colegas en el Estadi Olímpic fuera como lo que han sido todos y cada uno de los recitales que Springsteen ha protagonizado en la ciudad Condal: históricos e inolvidables.

El concierto, como ya ocurrió el viernes, comenzó minutos antes de lo previsto. La lluvia, que la noche del sábado volvió a la capital catalana e hizo acto de presencia durante la tarde de ayer, molestando y mucho a los que llevaban horas haciendo cola -y que provocó que las sudaderas de merchandising se agotaran en un tiempo récord-, desapareció a tiempo para que ninguno de los 58.000 fieles que se congregaron en la montaña mágica se mojara durante el concierto. Porque la de ayer tenía que volver a ser una noche para el recuerdo, y así lo fue.

No hubo grandes cambios ni en el repertorio ni en el discurso del propio Springsteen que, eso sí, supo ponerse al público en el bolsillo con un Hola, Barcelona! Us estimem, Catalunya!, que hizo temblar los cimientos, para luego arrancar con My Love Will Not Let You Down, una canción que no tocaba desde 2017 y que ya parecía una declaración de intenciones.


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