Adele pasó de beber cuatro botellas de vino antes de una comida a renunciar por completo al alcohol y al azúcar
Ella misma lo ha reconocido ahora en una de esas amenas charlas que mantiene con el público que acude a sus conciertos de fin de semana en Las Vegas
La increíble
transformación física que Adele inició en 2019, de la que no dudaba en presumir
a través de las fotos que compartía con sus seguidores de las redes sociales,
sufrió un parón muy significativo con la llegada de la pandemia del coronavirus
y, concretamente, con la situación de confinamiento a la que se vio sometida en
los meses más duros de la crisis sanitaria, al igual que decenas de millones de
personas en todo el mundo.
Ella misma lo ha
reconocido ahora en una de esas amenas charlas que mantiene con el público que
acude a sus conciertos de fin de semana en Las Vegas y que prorrogará hasta finales de año. Para poder perder más de
diez kilos en cuestión de unas pocas semanas, la artista inglesa renunció por
completo al consumo de azúcar y alcohol, además de abrazar una dieta muy
saludable, dominada por frutas y verduras. Sin embargo, el estrés y la
preocupación derivadas de la reclusión doméstica le hizo abandonar
temporalmente estos buenos hábitos, retomando la ingesta compulsiva de vino
para desconectar de los problemas.