Nostalgia y músculo rock en el Cruïlla de Duran Duran y Jack White

Jack White descorcha Seven Nation Army y el público se vuelve majara. Todo brazos en alto y lololos. Brincos y coros berreados en la oreja del vecino. Vamos bien. En la carpa, Joe Crepúsculo retuerce La canción de tu vida en clave mákina total y aquello es un sindiós. Rayos láser y la ruta del bakalao trasplantada en el Fórum. Rigoberta Bandini estrena junto a Amaia la novísima Así bailaba, apenas doce horas de vida, y el Cruïlla es, valga la redundancia, un festival. «Madre mía, cuánta gente. ¡No se acaba nunca!», exclama Rigoberta al poco de salir al escenario. Y no, no se acaba la gente. Tampoco las ganas. Sobre todo las ganas.

Leer más: Nostalgia y músculo rock en el Cruïlla de Duran Duran y Jack White (abc.es)