«Voy a comprar tus canciones»: el catálogo musical que rompió la amistad de Paul McCartney y Michael Jackson


Tres años después de que McCarney le confiara a Jackson los beneficios de los derechos musicales, en 1985 compró el catálogo de ATV Music, dueña de muchas de las canciones de los Beatles

Hubo un tiempo en que Paul McCartney y Michael Jackson compartían estudios de grabación, además de amistad. Say, say, say es uno de los varios duetos que los dos cantantes compusieron. Ese, en concreto, logró escalar al número uno en las listas de venta en Estados Unidos. Era 1983, McCartney ya volaba en solitario sin los Beatles y lo mejor del pequeño de los Jackson 5 estaba aún por llegar.

La amistad entre ambos artistas, que colaboraron en otras canciones como The Girl is Mine, el single de Thriller, les llevó a compartir confidencias tanto personales como profesionales que más tarde provocarían su ruptura. Durante su época de colaboraciones, el ex Beatle quiso darle algunos consejos a Jackson para mantener a flote su carrera musical. Entre ellos, le explicó la importancia de tener buenos asesores fiscales y cuidar la propiedad de sus canciones.

Estando en su casa, de hecho, le llegó a mostrar un catálogo de canciones de las que poseía los derechos. Cada vez que sonaba una de ellas, le explicó, él obtenía un canon.

Precisamente, por una serie de complejas razones, a finales de los 60 McCartney había perdido su parte de Northern Songs, la editorial musical que había montado junto a su fallecido compañero John Lenon para gestionar los derechos de sus temas. En 1981 intentó recuperarla por 20 millones de dólares, pero no fue posible.



Compartir