John Landis recuerda a Aretha Franklin: así vivió la Reina del Soul su papel en The Blues Brothers
El director repasa cómo fue trabajar con Aretha Franklin en la mítica película de 1980, revelando anécdotas inéditas, decisiones musicales y el carácter profesional de la artista
Aretha Franklin es recordada como la Reina del Soul, una de las voces más influyentes de la historia de la música. Sin embargo, su relación con el cine fue breve: solo participó en dos películas, The Blues Brothers (1980) y su secuela Blues Brothers 2000. A pesar de ello, su presencia dejó una huella imborrable. Ahora, el director de ambas cintas, John Landis, ha recordado cómo fue trabajar con la legendaria cantante y ha compartido detalles que muestran su talento, su carácter y su profesionalidad.
Landis describe a Aretha como una mujer “encantadora”, comprometida y dispuesta a dar lo mejor de sí en un terreno que no era el suyo. Según cuenta, la artista solo tuvo una queja durante el rodaje: se hacían demasiadas tomas. Aun así, el director confiaba plenamente en ella y sabía que podía convertirse en una actriz maravillosa, incluso aunque su carrera cinematográfica fuera mínima.
El rodaje de The Blues Brothers tuvo lugar en 1979, un momento en el que la música disco dominaba las listas y el soul vivía un periodo más discreto. Para Aretha, participar en la película fue una oportunidad para volver a brillar ante un público distinto. Landis recuerda que habían escrito una escena específica para ella en el restaurante, y que habría sido un problema si la cantante hubiera rechazado el papel.
Una de las anécdotas más llamativas es que Aretha quiso cambiar la canción que debía interpretar. Su elección era “Respect”, pero el guion exigía “Think”, ya que la letra y la energía del tema encajaban mejor con la trama. Finalmente, aceptó mantener la canción original, aunque sí pidió cambiar al pianista. Cuando Landis le preguntó a quién quería, ella respondió: “Lo haré yo”. Se sentó al piano, de espaldas al equipo, y comenzó a tocar y cantar. Su interpretación fue tan poderosa que, según el director, “marcó la diferencia” y aportó una emoción única a la escena.
Landis también desmiente cualquier idea de diva. Explica que Aretha solo se sintió algo decepcionada con el disfraz de camarera, aunque en la secuela se mostró mucho más satisfecha con su vestuario. En cuanto a la grabación, la cantante tuvo dificultades con la sincronización de labios, ya que nunca interpretaba una canción de la misma manera dos veces, algo habitual en los grandes artistas. Aun así, logró superar el reto con determinación.
Aunque Aretha Franklin solo participó en dos películas, ambas dentro del universo de The Blues Brothers, su presencia fue suficiente para convertir su actuación en un momento icónico del cine musical. Su talento, su energía y su autenticidad siguen brillando décadas después, y los recuerdos de John Landis no hacen más que reforzar la grandeza de una artista irrepetible.

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