¡Cumplimos 18 años!Michael Jackson y los zapatos que desafiaron la gravedad: el legado técnico de “Smooth Criminal”
Michael Jackson y los zapatos que desafiaron la gravedad: el legado técnico de “Smooth Criminal”
Cuando Michael Jackson presentó Smooth Criminal en 1988, el mundo quedó hipnotizado por una coreografía imposible: él y sus bailarines se inclinaban hacia adelante en un ángulo de 45 grados sin perder el equilibrio. Lo que parecía magia era, en realidad, el resultado de una patente registrada por el propio artista: los Smooth Criminal Shoes, un sistema de anclaje oculto que permitía ejecutar el movimiento en vivo sin cables ni efectos especiales.
La idea surgió tras el éxito del videoclip de la canción, dirigido por Colin Chilvers y ambientado en un club de gánsteres de los años 30. Jackson quería reproducir en sus conciertos el mismo efecto visual que había logrado en el rodaje, y para ello colaboró con el coreógrafo Vincent Paterson y el bailarín Jeffrey Daniel (del grupo Shalamar). Juntos diseñaron un zapato con una ranura especial que se enganchaba a un perno retráctil en el escenario, permitiendo la inclinación sin caer.
Este invento fue patentado el 26 de octubre de 1993 y se convirtió en uno de los símbolos técnicos más innovadores del pop. Más allá del espectáculo, marcó un antes y un después en la relación entre tecnología y performance musical.
Smooth Criminal, incluido en el álbum Bad (1987), fue el séptimo single del disco y aunque no alcanzó el número uno en Estados Unidos, sí lo hizo en España, donde lideró las listas de ventas durante cinco semanas consecutivas en 1989. La canción, con tintes de thriller cinematográfico, narra el ataque a una mujer llamada Annie en su apartamento, reforzando el dramatismo con una producción impecable a cargo de Jackson y Quincy Jones.
Hoy, los zapatos mágicos de Michael Jackson son parte del imaginario colectivo, y su legado técnico sigue inspirando a coreógrafos, escenógrafos y diseñadores de espectáculos en todo el mundo. No fue solo un paso de baile: fue una declaración de intenciones sobre cómo el arte puede desafiar las leyes físicas y emocionar al mismo tiempo.
