Roger Waters estalla tras ver a Pink Floyd interpretar “Comfortably Numb” sin él: una herida abierta en la historia del rock

El exlíder de Pink Floyd expresa su profunda decepción al ver cómo David Gilmour interpreta uno de los temas más emblemáticos de “The Wall” sin respetar su visión original

La fractura entre Roger Waters y el resto de Pink Floyd sigue siendo una de las más intensas y duraderas en la historia del rock. En una reciente publicación, Waters ha manifestado su indignación al ver cómo sus antiguos compañeros interpretan “Comfortably Numb” —una de las piezas centrales de The Wall— sin su participación y, según él, sin respeto por el significado emocional y filosófico de la obra.

Waters, quien abandonó la banda en los años 80, considera que The Wall no es simplemente un álbum, sino una ópera rock autobiográfica que debe ser escuchada de principio a fin. Para él, dividirla en fragmentos para convertirla en un repertorio de grandes éxitos es una traición a su esencia. En sus propias palabras: “Ha estado en estadios tocando mi pieza, en total contradicción con mis emociones, ideas, filosofías y demás, para su propio beneficio. Y no puedo perdonarlo”.

La tensión entre Waters y David Gilmour no es nueva. Mientras Waters buscaba crear experiencias conceptuales que sumergieran al oyente en una narrativa profunda, Gilmour prefería centrarse en canciones con las que el público pudiera identificarse. Esta diferencia de enfoque se hizo evidente tras la salida de Waters, cuando Gilmour lideró la banda en giras que incluían clásicos como “Money” y “Wish You Were Here”, además de temas del álbum A Momentary Lapse of Reason.

Aunque Gilmour ha sido fiel a las versiones originales de canciones como “Comfortably Numb” y “Run Like Hell”, para Waters el simple hecho de interpretarlas fuera del contexto de The Wall es como intentar fusionar “La Mona Lisa” con “La noche estrellada” de Van Gogh: una mezcla que desvirtúa el significado de ambas obras.

Este nuevo episodio en la disputa entre los miembros de Pink Floyd reabre el debate sobre la autoría, la interpretación y el respeto por la visión artística original. Mientras Gilmour continúa ofreciendo espectáculos que celebran el legado musical de la banda, Waters sigue defendiendo su derecho a preservar la integridad conceptual de sus creaciones.

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