El saxo que aún resuena: Clarence Clemons y el día que Bruce volvió a tocar para él

Hay noches que no se olvidan, aunque no hayan llenado estadios ni salido en televisión. El 17 de julio de 2011, en un bar de New Jersey, tuvo lugar una de esas veladas donde el dolor, la música y la memoria se fundieron en un homenaje íntimo y poderoso a Clarence Clemons, saxofonista legendario de la E Street Band.

Pocas semanas después de su fallecimiento, músicos locales se reunieron para rendirle tributo. El repertorio: himnos eternos como Thunder Road, Born to Run o Jungleland... Melodías que, con el saxo de Clarence, adquirieron carne, alma y una humanidad difícil de explicar con palabras

Y entonces ocurrió. Sin previo aviso, Bruce Springsteen apareció. No como estrella, sino como amigo que viene a despedirse. Tomó su guitarra, se unió al grupo y regaló al público un momento irrepetible. Fue un reencuentro silencioso con su compañero, un último diálogo entre acordes y lágrimas.

La frase que Bruce pronunciaría más tarde lo resume todo:

“How big was the Big Man? Too big to die”

Clarence no era solo un músico. Era energía pura, corazón abierto y una presencia que convertía cualquier escenario en un ritual. Su saxo no solo acompañaba canciones, las elevaba, les daba un pulso emocional que aún se siente.

Desde Buenos días Pepe Radio hemos querido recordar este día tan especial. Nuestro compañero Pepe le dedica unas palabras en el programa de hoy, compartiendo reflexiones, anécdotas y esa emoción sincera que solo la radio sabe transmitir.

Puedes escuchar el episodio completo aquí: Escucha en iVoox

Porque los músicos como Clarence Clemons nunca se van del todo. Siguen sonando en cada nota. Siguen latiendo en cada escucha.