Bryan Ferry, la elegancia octogenaria del James Bond de la música
El cantante regresa con un nuevo disco tras varias décadas sin publicar material nuevo
Después de tantas décadas, Ferry vuelve con un nuevo disco, como lo hacen todos aquellos que fueron grandes. Porque parece que ser una leyenda del rock no se trata solo de haber marcado una época, sino también de volver de vez en cuando, a la manera de un fantasma bien vestido, para recordarnos por qué nunca dejamos de escucharlos. Algo así como recordar que el baile no ha de parar. “Don’t Stop The Dance” es el tema de su repertorio que más versiones ha recibido.
Hablamos de Bryan Ferry porque, contra
todo pronóstico, y en una época en la que muchos de sus contemporáneos
prefieren dictar memorias antes que sacar nuevos discos, él sigue su propio
camino. Retrospective: Selected Recordings 1973-2023 no es cualquier álbum.
Abarca más de 50 años de carrera en 81 canciones, incluyendo dos inéditas. Para
aquellos que en los 80 invertíamos nuestro sueldo en chaquetas elegantes y
equipos de sonido para disfrutar de su música, ahora bien podemos invertir
nuestras ganancias en esta joya de coleccionista: una caja de lujo de cinco
CDs, con un libro de tapa dura de 100 páginas, o la edición en vinilo, tan
sofisticada como su estilo?.
“Star” es una de esas dos nuevas joyas que
Ferry ha lanzado como quien irrumpe vestido de traje y corbata (desanudada,
claro) en una fiesta donde todos van en camiseta haciéndose selfies estúpidos.
Plagado de ritmos misteriosos, este tema empezó como una idea de Trent Reznor y
Atticus Ross, los maestros oscuros de Nine Inch Nails, pero Ferry lo convirtió
en una obra nostálgica y sofisticada. Y para darle aún más dimensión, contó con
la colaboración de Amelia Barratt, una escritora y pintora británica que además
presta su voz a proyectos intelectualmente estimulantes. Barratt no solo añade
un toque etéreo con su interpretación vocal, sino que demuestra que Ferry sabe
elegir a sus colaboradores con el mismo cuidado con el que selecciona sus
corbatas?.
Si al lector le sorprende que Ferry mantenga
tan buen gusto en todo lo visual, no se puede olvidar que estudió Arte bajo la
tutela de Richard Hamilton, una de las figuras clave del arte pop británico. De
hecho, hasta ha expuesto sus propias obras y siempre ha estado muy involucrado
en el diseño de sus icónicas portadas.
Leer más: Bryan Ferry, la elegancia octogenaria del James Bond de la música